sábado, 18 de julio de 2009

Mi ùnica poseciòn: soledad


Estaba sentada y un tonto deseo de caminar me arranco del calor de mi habitaciòn.

Por primera vez, desde que vivo en esta enorme ciudad, veo lo que es en realidad. Mole de cemento, ruido que nunca acaba, gente que va y viene y un cielo casi sin estrellas, puès los edificios las esconden y las luces las ahuyentan.
De donde vengo con solo levantar la mirada puedo apreciar la hermosura de su brillo.
Solo veo el lucero.
Lucero cuantas noche de mi infancia recuerdo haberte mirado con la ilusiòn de ser alguièn en un futuro y hoy que estoy delante de la meta, autoexiliada de mi tierra, de los brazos de mi madre, del calor de mi hogar, quiero dar media vuelta y abandonar ese sueño que alguna vez quise alcanzar...

Dejo que mis piernas me lleven por las veredas del barrio que me perteneze, por que lo quiera o no soy parte de èl y èl de mi, siento como la soledad fiel compañera ya, decide caminar a mi lado como tantas otras veces desde que empeze a perseguir mi sueños...

-Hola -la salude- me resultaba extraño que no hayas aparecido antes.

Se limito a sonreir como respuesta a mi saludo, no le gusta hablar, "Siempre tan callada".

-Tengo buenas nuevas para darte... hoy me siento màs vacia y rota que de costumbre, pero aùn asi estoy tranquila...- levanto la vista y veo como las hojas caen de los àrboles "¡Como me gusta el otoño!" pienso.

-Y entonces ¿porquè me llamaste?- preguntò.

Sorprendida debido a su pregunta la mire, no la entendì.

-No te llamè...- mentì - seguro te sentìas sola en ese rincòn en el que te tengo abandonada, no me siento sola...

Caminamos en silencio durante largo rato sin mirarnos.

- Casi alcanzo mis sueños ¿sabès?, nunca he estado tan segura de lo que quiero, mi carrera es exitosa, tengo un hombre que me ama y lo amo, y un hogar en el que me esperan mis padres...

"Ohhh". Mis padres y sin saber por que, las làgrimas se escurrieron por mis ojos y estuvieron presentes... Mis padres, mis queridos, amados padres. Todavia no entiendo esa frase tonta que escucho siempre que un hijo parte: LOS HIJOS SON COMO PAJÀROS, SIEMPRE VUELAN DEL NIDO Y LOS PADRES TENEMOS QUE ESTAR PREPARADOS PARA ELLO. ¿No notan que no es fàcil para nosotros partir de nuestros hogar a luchar por un futuro?

-¿Comprendes ahora porquè vine a visitarte? el hogar del que hablas ¿sigue siendo tuyo como piensas o te diste cuenta que ya vuelas y abandonaste el nido?- Sonriò tratando de aliviar de mis hombros la pena y perdiò la mirada en lo lejos- ¿No es triste saber que uno tiene que dejar lo que tanto ama, para luchar por otras cosas?. No solo los padres son los que sufren al ver volar sus pichones, sino tambièn los mismos pichones.

- Y eso es una realidad que aùn no quiero aceptar... tan solo de suponer que las cosas no volveràn a ser nunca màs como lo eràn en mi infancia... duele, duele mucho y por eso lloro... porque estoy tranquila... pero me siento sola... amo a quien se robo mi corazòn... pero me siento vacia. Lleguè a mi meta... pero no siento que haya triunfado.

Suspirè y por primera vez acepte la verdad que tenia en frente pero nunca acepte.

- Ya puedes marcharte o por lo menos por el momento, quiero estar sola y sè que aunque te marchas estàs en mi... Marchate te lo pido y sè que soy tu dueña, que solo tu me pertenez.-

Y se marcho asì como si nada, asì como marche yo de los brazos de mis padres en busca de mis sueños sin pensar lo mucho que le dolìa verme marchar en busca de mis sueños, a luchar una batalla que no sabìa que estaba pero a la que solo yo podìa dar contienda.

Volvì en mis pasos y sin pensar mucho me encontrè en la puerta de mi casa, subì a mi habitaciòn y me acoste para soñar con el calor de los abrazos de mi madre y el las risas de mi padre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario